martes, 4 de marzo de 2008

Obstáculos Epistemológicos.

Cuando se habla de obstáculos epistemológicos; se esta haciendo referencia al hecho de tener cierto conjunto de ideas concretas (sumamente internalizadas) sobre algún tema en particular, y que al momento de cambiar ciertos parámetros o aspectos sobre las mismas, ocasionan de cierta manera una especie de bloqueo que impide aceptar de una u otra manera, este nuevo conocimiento o información que viene adjunta con dichos cambios y que además, por decirlo de una manera; no permite al individuo avanzar en el contexto en e que se presente o encuentre dicho obstáculo; considerándose de esta manera como una barrera para un aprendizaje posterior.
Ejemplo de un obstáculo epistemológico visibles en nuestra vida es que:

Anteriormente en, bachillerato previo a comenzar a estudiar Física, yo pensaba que hablar de Peso y Masa, era lo mismo, por lo que entender y realizar algunos problemas y/o ejercicios de dicha asignatura se me dificultaba un poco. Fue hasta 4to año que entendí y me quedo más que claro la diferencia existente entre ambas.

"PARADIGMA" La Pelicula.



Básicamente, según el contenido expuesto por la película Paradigma; dicho termino se refiere a cierto modelo, conformado por una serie de pautas, normas y/o reglas, bajo las cuales se rigen varios individuos (científicos). Se considera de esta manera, que los paradigmas establecen ciertos limites en cuanto a la conformación del conocimiento, generalmente científico, ya que se dice o decía que los mismos actúan como especie de filtro de toda aquella información que llegaba al cerebro, por lo que se menciona que los científicos eran incapaces de estudiar datos imprevistos; solo seleccionaban aquella información que más se amoldaba o ajustaba a sus intereses (considerado este proceso o selección como Efecto Paradigma).
En Dicha película, mencionan el hecho de que los paradigmas influyen en la manera como percibimos y entendemos al mundo, contribuyendo en cierta forma esto al hecho de que, en muchas ocasiones lo que se nos hace difícil con un paradigma puede ser fácilmente comprensible o posible con otro nuevo paradigma, de alli que cuando esto ocurre, y surge uno nuevo, todo lo que lo rodea (contexto en el que se desarrolle) comienza de cero. Claro que, cabe mencionar que, cuando esto ocurre (origen de un nuevo paradigma), la primera reacción del ser humano es desecharlo, esto, como consecuencia que el mismo no se adapta o parece (por así decirlo), a sus principios anteriores o actuales.
Fundamentándome en lo expuesto anteriormente; creo que es esencial el hecho de que el ser humano sea capaz y este dispuesto algún cambio de paradigma necesario en algún momento de su vida; ya que como lo propuso Tomas Kuhn; “para adoptar un nuevo paradigma es necesario que desafiemos nuestras propias reglas o principios, eligiendo consigo de esta manera ver o percibir al mundo de una nueva manera”. De lo contrario, no podríamos avanzar en largo camino de la formación del conocimiento para la subsistencia, sino que entraríamos en una especie de suspensión que traería consigo un retraso eminente en nuestro desarrollo intelectual, físico, mental y social.

viernes, 25 de enero de 2008


LAS CIENCIAS EN AMÉRICA LATINA.



La evolución permanente del conocimiento científico y los logros tecnológicos de gran impacto han contribuido a una ideología, cada vez mayor, sobre el poder ilimitado de la ciencia y la tecnología. Las exigencias internas de la producción científica, su nivel de pretensión en conocimientos especializados, instrumental técnico y habilidades investigativas, fortifican la creación de grupos cerrados, altamente especializados, cuya razón de ser comienza y finaliza en nuevos resultados científicos.

Es por ello que, algunos investigadores han señalado desde hace algún tiempo que después de la primera bomba atómica y de la aplicación de la ciencia a perfeccionar la guerra, se han removido las certezas sobre la contribución positiva de la ciencia en un mundo mejor.
El científico debe elegir entre intereses contrarios y, generalmente, entre los centros de poder y las conveniencias sociales del conocimiento. La historia de la ciencia cuenta con numerosos ejemplos de escogencia excepcional, pero la sociedad actual hace más indispensable la selección entre opciones diferentes.

Al hacer mención de las ciencias en América Latina, cabe destacar el hecho de una política de Ciencia y Tecnología en América Latina; donde, dentro del esfuerzo de modernización para mejorar la competitividad latinoamericana en el concierto mundial, es fundamental preocuparse por tener una base tecnológica que la respalde. Hoy más que nunca, América Latina tiene en cuenta que la compra, transferencia, implantación, asimilación,
desagregación y creación de la tecnología, requiere de una base sólida de conocimientos,
fundamentada en las disciplinas científicas sobre las cuales está construido el saber científico.
La renovación tecnológica requiere tanto, de la economía, como del apoyo de una
sólida base científica; además de una capa social suficientemente fuerte en el manejo del conocimiento para poder apropiarse rápidamente de las innovaciones científicas y recuperar la trayectoria del crecimiento y el desarrollo.
La importancia que se concede a las políticas para la ciencia, la tecnología y las innovaciones, es creciente en los países industrializados, en los países latinoamericanos, en donde la política científica al igual que en la política tecnológica y en la de innovación, no logran difundirse en el plano de los propósitos declarativos y acompañan en realidad la suerte de otros indicadores que expresan la obstrucción y más aun, el retraso de la región. En América Latina la preocupación de las políticas de ciencia y tecnología surgió muy pocos años después que los países industrializados tomaran conciencia acerca de su importancia.

Es necesario destacar que la diferencia en cantidad y calidad de la producción científica no es más que un aspecto de la brecha que separa a nuestros países de los más desarrollados. En los países adelantados, la mayor parte de la investigación científica y tecnológica se realiza en relación con temas que directa o indirectamente están conectados con sus objetivos nacionales, sean estos de defensa de progreso social, de prestigio etc. Y el progreso científico se refleja en forma inmediata y espontánea en el funcionamiento de sus fábricas, y en su tecnología agrícola infraestructura y en general, en el constante incremento de la producción.

En América Latina por el contrario la mayor parte de la investigación científica se efectúa o guarda muy poca relación con las necesidades más apremiantes de la región. Sin embargo, la misma no es ajena a las profundas transformaciones que están ocurriendo en el mundo, tanto en el campo económico como en el científico y tecnológico. Y así como están haciendo desmedidos esfuerzos por transformar esta realidad económica y social, de tal manera de insertarse en igualdad en las nuevas corrientes del comercio mundial, no pueden dejar de participar en el nuevo mercado que se impone: el del conocimiento, el del producto de la investigación. En este nuevo mercado internacional aparece, cada vez más, el saber, el conocimiento, como el recurso que define todas las ventajas en el nuevo ordenamiento de las naciones. No cabe duda de que dada la manera en que se está conformando el mundo, el principal recurso con que se contará en el futuro será el conocimiento. Las sociedades que lo posean tendrán todas las ventajas comparativas, y aquéllas que no lo tengan, se obstaculizarán cada vez más en la ardua competencia organizada.

Para implementar las nuevas estrategias de desarrollo industrial de base tecnológica, y que tienen como fundamento el fortalecimiento del conocimiento, los países en desarrollo tienen que superar su enorme marginamiento.
Al repasar rápidamente la realidad latinoamericana, se encuentra que hasta ahora las actividades científicas y tecnológicas se caracterizan principalmente por una baja asignación de recursos por parte de la sociedad, lo que conlleva a que su participación en el contexto mundial sea realmente marginal, y que poco involucre el proceso de innovación tecnológica.

Por otra parte, hay que indicar que debido a la crisis económica de América Latina durante la década anterior, los recursos para la investigación y desarrollo disminuyeron o, por lo menos, no mantuvieron un ritmo de crecimiento sostenido. Consecuencia de esto, es precisamente esta manifestación; que está llevando a los países en desarrollo a transformar su situación desfavorable, a colocar el problema de la ciencia y la tecnología en la agenda prioritaria del desarrollo y el crecimiento, y a señalarle al mundo industrializado que a pesar de la crisis y las dificultades por las que atraviesan, los fondos de inversión para actividades científicas y tecnológicas en la región son parte sustancial de la supervivencia del continente.

De allí que, el evidente adelanto científico de los países actualmente industrializados se originase por aquellos sectores que comprendieron el enorme valor de la ciencia para implementar los objetivos que se plantea la sociedad. La apreciación de ese valor en el cuerpo social se produce con posterioridad y como consecuencia los resultados obtenidos. Para poder impulsar una verdadera política de desarrollo científico basta meramente con crear organismos con la capacidad formal de hacerlo. Mientras que para establecer una política para la ciencia, es necesario que el poder político tenga una conciencia clara de las necesidades y objetivos nacionales y sepa formularlas en términos susceptibles de estudio científico.

Lo que quiere América latina es establecer cuatro políticas científicas para poder salir del estancamiento y del retraso científico en el que nos encontramos y estas son las siguientes:
û Una Política científica tradicional, basada en ofertas de conocimientos, defiende la necesidad de una política cuyo eje sea asignar recursos al fortalecimiento de la investigación básica siguiendo criterios de calidad.
.-Una política sistemática de innovación, que se basa en la demanda de conocimientos, postula la necesidad de una política cuyo eje sea el estimulo a la conducta innovadora de las empresas, en sus versiones más modernas se aplica el enfoque de sistema de innovación.
-.Una política para la sociedad de información, basada en la potencialidad de Internet y la supuesta disponibilidad universalidad de los conocimientos, pone en énfasis en fortalecer la infraestructura de información y telecomunicaciones.
-.Una política de fortalecimiento de capacidades en ciencia y tecnología, basada en tratar de rescatar las políticas de ciencia y tecnología propias de etapas anteriores centradas en la producción local de conocimiento.
La investigación científica y tecnología produce una enorme masa de material continuamente cambiante que abre cada día nuevos campos al conocimiento. El hecho de que un país sea pequeño, implica la necesidad del apoyo de la investigación científica fundamental para proporcionar al país un mayor adelanto en cuanto al avance científico. La falta de investigación fundamental suficiente amplia en un país, es un medio seguro de lograr sus procesos industriales se vuelvan eventualmente obsoletos. Una de las tareas más importantes que debe encarar la investigación científica de América Latina es la creación de nuevos recursos naturales, solo para aumentar su capacidad de exportación, sino también y principalmente para apoyar su propio desarrollo industrial. La única solución de América Latina es la creación de una capacidad científica propia, limitándonos a copiar y transplantar lo que se produce en los países adelantados. La creación de una capacidad científica y tecnológica autónoma, en términos de medios y objetivos es uno de los requisitos esenciales del desarrollo.

Todos los países de América Latina tienen una política científica implícita o explicita y en la medida que tienen conciben directa o indirectamente la dirección y el contenido del esfuerzo científico en función del tipo de sociedad en quien aspiran sus sectores dirigentes. El problema por lo tanto no es decidir si la transformación de América Latina requiere o no tener una política científica, lo que supone siempre planificación, sino determinar cuales son sus objetivos y medios para llevarla a cabo. La definición de esos objetivos debe hacerse teniendo en cuenta que la ciencia además de un fuerte instrumento de avance material, es la expansión máxima de autonomía intelectual de una sociedad es decir, de su actitud para incorporarse a la civilización moderna con plena capacidad de decisión sobre su destino.
El desarrollo integral de una nación moderna involucra el desarrollo de su ciencia; primero porque lo necesita su economía del país, segundo porque no hay cultura moderna sin una vigorosa ciencia al día. La ciencia ocupa hoy día el centro de la cultura tanto en sus métodos como en sus resultados. El objetivo fundamental de una ciencia política, económica y social de América Latina debe ser entonces crear una capacidad científica autónoma en todos los campos del conocimiento.

Un factor que favorece las nuevas exigencias y retos que se le plantean a la región es el
fortalecimiento que se viene dando en el campo de la integración latinoamericana.
Si bien la interdependencia comercial dentro de América Latina es muy reducida, sobre todo después del impacto de la crisis de la deuda en el intercambio recíproco, las relaciones entre los países presentan un potencial de ensanchamiento.

Es un hecho que ante los rápidos cambios de la economía mundial y en el desarrollo científico y tecnológico es cada vez más difícil lograr avances significativos en la región en esta materia, con los esfuerzos aislados de los países. Los nuevos desarrollos del conocimiento y la tecnología de una masa crítica de investigadores, que la mayoría de los países no poseen en forma aislada, de mayores recursos para equipos e infraestructura, y de una capacidad de formación de recursos humanos de alto nivel. Más aún, si el nuevo paradigma tecnológico ha transformado los requisitos que debe cumplir la educación superior, también ha tenido impacto sobre el tipo de educación básica que debe impartirse.

Ciertamente, el desarrollo de la ciencia obedece a tradiciones y el componente individual juega un papel crítico. La ciencia es el producto de una acumulación prolongada de resultados de observación, experimentación y creación analítica, en un construir y derribar incesante. No sólo es acumulación de resultados de conocimiento renovado sobre algún fenómeno o hecho. Es también de procedimientos, actitudes y lenguajes; en fin, de un conjunto que conforma una manera específica de entender y vivir la vida natural y social, distinta y peculiar frente a la forma artística o religiosa.
Es una tradición construida dentro de unos marcos culturales e institucionales que le han hecho posible y le han impreso el sello de sus inquietudes y esperanzas. Con ello se quiere decir que, la ciencia es producto que se crea y desarrolla a través de procesos relativamente prolongados. Precisa de un cúmulo de actitudes y disposiciones, tanto en los individuos como en las instituciones y grupos, para que sea posible; por ello podria decirse que es un producto histórico.

En países de América Latina como Colombia, la creación de estas condiciones para la conformación de tradiciones de conocimiento científico ha sido tardía. Por una parte, la formación superior estaba restringida, hasta las primeras décadas de este siglo, a una pequeña élite. Pero más aún, tanto la formación universitaria como el pensamiento de las élites y los gobernantes eran herederos del pensamiento escolástico y dogmático que había imperado en los tiempos coloniales. Pensamiento marcado por la insularidad y el parroquianismo. Pocos y aislados fueron los seguidores de los movimientos empiristas.

El espíritu de la Ilustración tuvo escasos oídos receptivos que se volcaran hacia la creación de tradiciones de investigación científica. La literatura, la poesía, la semántica, la gramática y las doctrinas jurídicas entretenían más a nuestros dirigentes que los principios de la física, la química, la biología o las matemáticas.

América latina esta hoy enfrentada a la necesidad de crear una nueva doctrina acerca del papel de la ciencia y la tecnología como instrumento para alcanzar el desarrollo sustentable, combatir la pobreza y construir más sociedades equitativas.

La ciencia, los resultados de la ciencia, no pueden convertirse en privilegios de iniciados inalcanzables para quien no puede pagar su alto precio.
Si nuestra tradición es aún incipiente, persistamos en formar actitudes sistemáticas, en crear secuelas de pensamiento y grupos de trabajo de largo plazo. Persistamos en apoyar la construcción de tradiciones científicas en nuestros países.




"Para poder competir es necesario ser dueño del saber, es indispensable que la ciencia pase a convertirse en parte integrante de nuestro pensar y hacer, de nuestra cultura."